EL PROCESO DE DUELO – APRENDIENDO A ACEPTAR LO INACEPTABLE

EL PROCESO DE DUELO – APRENDIENDO A ACEPTAR LO INACEPTABLE

Por Robin Fiorelli, Directora Nacional de Servicios de Duelo y Voluntarios de VITAS

Aprendiendo a Aceptar lo Inaceptable

La gente sufre el duelo porque ha amado. Es así de simple y es justamente nuestra capacidad de amar la que nos permite superar la desesperanza del duelo.

El duelo, único en cada persona, puede implicar un trabajo duro a lo largo de un período de meses o años.
La sensación de incredulidad que surge ante el fallecimiento de un ser querido es una respuesta adaptativa, que protege del dolor de la pérdida; además le permite al doliente manejar los detalles que implican la realización de los arreglos finales inmediatamente posteriores al fallecimiento.

La sensación de incredulidad es usualmente temporal. Aceptar la dolorosa realidad no es algo que suceda rápida o fácilmente y puede ser un proceso agotador. Cuando la pérdida es aceptada, es típico sentir una profunda tristeza. Es difícil imaginar la vida sin este ser querido y existen dudas sobre si alguna vez uno volverá a sentirse bien.

La muerte puede sacudir la confianza de los miembros sobrevivientes de la familia. En el caso de un cónyuge, puede obligarlo u obligarla a establecer nuevamente una identidad como persona individual. Además, él o ella deben aprender a asumir la realización de tareas que el cónyuge solía realizar, tales como pagar las o tomar decisiones sobre los hijos.

Dificultadas Cotidianas 
A algunas personas en proceso de duelo les cuesta trabajo estar con otras personas. Una conversación menor parece trivial. Muchas lloran inesperadamente o están irritables. Algunas se sienten avergonzadas por las emociones que tienen y a veces sienten que “ya sería hora que se sintieran mejor”.

La culpa es otra emoción común tras el fallecimiento de un ser querido. Algunas personas en proceso de duelo se preguntan si podrían haber hecho algo más para evitar la muerte o el sufrimiento. Pueden sentirse culpables por su alivio, por haber sobrevivido o por no sentir pena. Pueden sentirse culpables por cosas que ocurrieron o que no ocurrieron en la relación.

Además, casi todas las personas en proceso de duelo sienten ira en algún momento durante dicho proceso. Pueden sentir ira en contra de ellas mismas, en contra de su familia y amigos y a veces hasta en contra de Dios por dejar morir a su ser querido.

Un Nuevo Despertar
Con el tiempo, sin embargo, se dan una creciente aceptación y un nuevo despertar. La energía y la esperanza comienzan a regresar. Muchos son capaces de definir aquello que les resulta significativo y encuentran confianza en la adquisición de nuevas habilidades previamente realizadas por su ser querido. Se recuperan antiguas relaciones y otras nuevas se forman durante este período.

Es importante recordar que todos estos sentimientos son parte del proceso de duelo y que son normales. Aunque sean dolorosos de experimentar, necesitan ser expresados para seguir adelante en la vida. El proceso de duelo permite que las personas crezcan de maneras inimaginables.

¡Si requieres apoyo para trabajar tu duelo, no dudes en acercarte a nosotros!